Hoy en día se conoce que 40% de las personas que padecen de insomnio también cuentan con algún trastorno psiquiátrico (por ejemplo: depresión mayor, ansiedad generalizada, trastorno por uso de alcohol u otras sustancias, etc.)
Una persona que experimenta un trastorno de ansiedad (por ejemplo: trastorno de ansiedad generalizada o trastorno de angustia) tiene tres veces más posibilidades de experimentar insomnio como una consecuencia.
A a su vez, las personas que presentan insomnio tienen hasta cuatro veces más posibilidades de experimentar un trastorno depresivo mayor a lo largo de la evolución. Por otro lado, existe una relación estrecha entre los trastornos de ansiedad y la depresión que intensifican los problemas para dormir.
Atender cualquiera de estos padecimientos a tiempo será más sencillo y con menos intervenciones farmacológicas o no farmacológicas. Se recomienda que acudas con un experto en la salud mental para tratar correctamente tu padecimiento.
